El fragmento motivo de análisis es uno extraído del libro escrito por Gabriel García Márquez titulado Cien Años de Soledad. El tema del fragmento es el asombro que causa ver algo nuevo y totalmente desconocido en las personas, en este caso, los inventos toman el papel principal ya que se los mira desde el punto de vista maravilloso para conocerlos como ilusiones que desconciertan a la sociedad. ¨Deslumbrada por tantas y tan maravillosas invenciones, la gente de Macondo no sabía por dónde empezar a asombrarse¨ (Márquez, 233). La gente de Macondo al ver las invenciones que han llegado a su ciudad, se confunden, ya que por un lado se asombran al mirar algo nuevo pero también lo rechazan como por ejemplo en lo del cine, porque primero lo caracterizan como una ¨máquina de ilusión¨ y luego deciden dejarlo; se explica que lo hacen dado que en un comienzo es algo deslumbrante y asombroso justamente por ser nuevo, pero después como que a uno le cansa lo cotidiano y se busca excusas para no volver a usarlo ¨Ante la desalentadora explicación, muchos estimaron que habían sido víctimas de un nuevo y aparatoso asunto de gitanos, de modo que optaron por no volver al cine, considerando que ya tenían bastante con sus propias penas para llorar por fingidas desventuras de seres imaginarios¨ (Márquez, 233). Se mantenían entre emocionados y desilusionados, se asombraban por algo nuevo durante un tiempo y luego se desilusionaban de ello y no lo volvían a ver jamás.
Los personajes de la obra son la sociedad o la gente de Macondo en sí, ya que son los involucrados en todo lo que implica el asombro y descontento de las invenciones llegadas a la ciudad; la gente de Macondo es dinámica, al ver las nuevas invenciones crean y hacen de todo para mirarla, asistirla, etc.
El espacio se desarrolla en todo lo que rodea a la ciudad de Macondo, el contexto hace ver que se trata de un lugar abierto, en donde llegan miles de cosas nuevas y a la vez más y más gente a deslumbrarse de ellas; es un lugar que da el espacio para aceptar un invento nuevo y a su vez aceptar los pensamientos a favor o en contra sobre ellos mismo.
El narrador del fragmento es cuasi omnisciente y el tiempo no tiene una categoría exacta, pero se puede decir que es lineal, ya que mientras va pasando el tiempo llegan cada vez más inventos pero llega uno por uno, uno detrás del otro, con el pasar de un tiempo; el narrador sabe la relación entre la gente de Macondo y las invenciones, pero no da su propia opinión sobre ello.
El estilo utilizado por el autor García Márquez, está compuesto por oraciones largas y un leguaje cotidiano que en el contexto te dan imágenes con características mágicas ya que a su vez son basadas en descripciones ya sea del entorno, como de las personas. ¨El público, que pagaba dos centavos para compartir las vicisitudes de los personajes, no pudo soportar aquella burla inaudita y rompió la silletería. El alcalde a instancias de don Bruno Crespi¨ (Márquez, 233)
Finalmente, puedo decir que un objeto nuevo como lo son las invenciones, causa varias emociones en las personas que la ven; siempre hay reacción de ambos lados, por un lado bueno y por otro malo. La curiosidad que da un aparato nuevo en una ciudad llena de personas con ilusiones es un factor muy importante, ya que es el comienzo de aceptar o rechazar a la novedad. Además, los personajes se ponen entre dos posiciones extremas causado por la cotidianidad que elimina el gusto de las cosas, que en un principio llama la atención, pero al final, a uno lo cansa. ¨Era como si Dios hubiera resuelto poner a prueba toda capacidad de asombro, y mantuviera a los habitantes de Macondo con un permanente vaivén entre el alborozo y el desencanto, la duda y la revelación, hasta el extremo de que ya nadie podía saber a ciencia cierta dónde estaban los límites de la realidad¨ (Márquez, 234).
García Márquez, Gabriel. Cien años de soledad. Editorial Norma. Bogotá, 2002.
Stefanía:
ResponderEliminarComo tú mencionas el lenguaje de García Márquez era cotidiano y totalmente comprensible. Deja conocer mucho de su cultura y costumbres. Personalmente, me gustó mucho el humor que incluye y las descripciones exageradas que provocan a la imaginación.
Mónica